Agitar mi tenerte.
El sortilegio de sentirte.
Ver tu imagen desplegándose, capciosa.
Perpetuando en la intensidad,
y en los suspiros.
Saciar la eternidad de lo eterno,
la copa de vino que no me gusta.
Te sueño inmortal.
La lluvia que te nombra.
La revolución de los conceptos.
La historia que respiro,
el nombre que me nombra.
jueves, 24 de diciembre de 2009
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ta bueno
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