lunes, 21 de diciembre de 2009

Un té con Eulalia..imaginando de que se trata la menopausia

¿Que te pasa Eulalia?, te veo cara de preocupada.
Estoy paspada. Repica Eulalia. Creo que es un síntoma de la gripe porcina, agregó. Pero no Eulalia, no te sugestiones. La gripe porcina no tiene nada que ver con las nalgas. Pero sí, dice Eulalia. De tanto estornudar, uno se puede paspar, está todo conectado por dentro querida. ¿Y consultaste al medico?, le pregunté, mirándola como si le faltasen un par de caramelos. No, no fui todavía. Se esta haciendo una cirugía, la frente le va quedar reluciente como a mi nieto, y recién en una semana vuelve. Ahh, que bárbaro Eulalia, cuando vayas, podés preguntarle quién lo opero. No sé que regalarle a Ricardo para su cumpleaños. Pero una estiradita creo que le encantaría.No quiero sonar invasiva, Euli (suponiendo que nombrarla con más dulzura, amortiguaría, lo que estaba por escuchar de mis labios), la paspadez es un síntoma de la menopausia. Te digo porque a mi prima le pasó.
(Ah no me digas. Si te digo. No. Si. Que bárbaro)
Eulalia calla unos segundos, mientras se lleva una masita a la boca, con la mirada perdida. Luego, se arma nuevamente. Me mira entre simpática y desafiante. Y lanza, ah querida pero que bueno que no te pasó lo mismo que a tu prima. Tu experiencia de menopausica, me va ayudar de sobremanera, a acostumbrarme a la mía. Eulalia sonríe triunfal. Mientras me llevo una masita a la boca, y me sirve otro tè.Y mientras tomaba el tecito, comprendí que Eulalia sabía que ella no era la primera del grupo de canasta en recibir la menopausia.La primera fui yo.

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